Protocolo autodirigido de seguimiento de neurointegridad posvacunal, con base en herramientas accesibles, patrones funcionales conocidos y principios de seguimiento comparativo
Aunque un protocolo doméstico jamás podrá sustituir un estudio clínico controlado con neuroimagen funcional, biomarcadores y test estandarizados bajo supervisión profesional, es posible que personas con sospecha de deterioro cognitivo posvacunal implementen un protocolo autónomo de seguimiento longitudinal que cumpla ciertas condiciones mínimas de rigurosidad, replicabilidad e independencia.
🧠 Protocolo doméstico de seguimiento de neurointegridad posvacunal (versión 1.0)
🔬 1. Autoevaluación neurocognitiva mensual (test estandarizados gratuitos)
Realizar cada 30 días, en condiciones controladas (sin café, a la misma hora, sin distracciones), los siguientes tests gratuitos disponibles en línea:
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Trail Making Test A y B (evaluación de atención dividida y velocidad de procesamiento): 
 Plataforma: https://neuropsychologytest.com
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Digit Span Directo e Inverso (memoria de trabajo): 
 Puedes usar apps como Cognitive Fun o BrainApps.io.
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Test de Stroop digital (inhibición cognitiva): 
 App sugerida: PsyToolkit o OpenCogLab.
✅ Guarda capturas de resultados o valores en una hoja de cálculo con fechas.
🧪 2. Biomarcadores indirectos domiciliarios (no invasivos)
Aunque no se puede medir IL-6 o TNF-α en casa, puedes hacer seguimiento de variables que correlacionan con estados neuroinflamatorios:
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Temperatura corporal basal diaria (desviaciones >0,3 °C pueden reflejar activación inmune). 
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Frecuencia cardíaca en reposo (con smartwatch o app): aumento sostenido = posible inflamación. 
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Variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV): caída progresiva puede indicar disfunción autonómica. 
🧩 3. Registro estructurado de síntomas neurofuncionales subjetivos
Mantener un diario estructurado con escala Likert de 1 a 5 en:
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Claridad mental 
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Velocidad de respuesta verbal 
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Memoria de trabajo 
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Irritabilidad y labilidad emocional 
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Somnolencia y fatiga sin causa física 
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Sensación de despersonalización o disociación 
✅ Idealmente, registrar al menos 1 vez por semana, con observaciones cualitativas (“Me costó seguir conversaciones largas”, “Tuve que releer 3 veces el mismo párrafo”).
🧠 4. Test de función olfativa mensual (índice neuroinflamatorio temprano)
Disminuciones en la sensibilidad olfativa pueden preceder otros déficits neurocognitivos. Usa esencias básicas (limón, clavo, café, vinagre) y registra intensidad y discriminación.
🗂 5. Bitácora de dosis, eventos y entorno
Crear una tabla con:
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Fechas de vacunación (y fabricante si es posible) 
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Eventos posteriores (fiebre, disnea, disautonomía, infecciones persistentes) 
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Exposición a tóxicos ambientales (por ejemplo, fumigaciones recientes) 
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Cambios en medicación o dieta 
📊 Análisis mensual
Cada 4 semanas:
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Revisa si hay tendencias sostenidas de deterioro cognitivo (>3 meses). 
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Identifica correlaciones temporales entre síntomas y biomarcadores indirectos. 
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Considera comparar con una persona de referencia de similar edad, sexo y hábitos no vacunada, si es posible. 
🧩 Opcional: Integración de herramientas avanzadas
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EEG portátil (como Muse 2) para registrar cambios en patrones alfa/beta (requiere aprendizaje técnico). 
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Análisis de habla con apps como TalkPath Live o grabaciones comparativas, para detectar bradifemia o disartria. 
🧭 Consideraciones éticas y prácticas
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Este protocolo no reemplaza diagnóstico médico, pero puede anticipar patrones funcionales. 
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En caso de deterioro visible, considerar impresión de registros para consulta con neurólogo independiente (no afiliado al sistema estatal si hay conflicto de interés). 
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La agregación anónima de estos datos podría constituir, en el futuro, una base para estudios epidemiológicos independientes. 
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