METFi y ECDO análisis

Abstract

El presente artículo desarrolla un marco teórico que relaciona el Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI) con la hipótesis de Eventos de Colapso Dinámico Oscilatorio (ECDO). Se plantea que la Tierra puede entenderse como un sistema autoorganizado gobernado por ciclos electromagnéticos internos, cuya estabilidad depende del equilibrio dinámico entre capas internas y su interacción con el campo toroidal global. En este contexto, los ECDO representan fases críticas de ruptura de equilibrio que pueden desembocar en procesos de colapso parcial o total de civilizaciones.

El análisis se centra en dos vertientes: por un lado, los escenarios de colapso que emergen de las oscilaciones forzadas del sistema electromagnético terrestre, y por otro, los escenarios de resiliencia adaptativa, donde civilizaciones avanzadas podrían emplear el conocimiento del METFI para anticipar, mitigar o incluso aprovechar estos ciclos en beneficio de su sostenibilidad.

Se integran fuentes científicas de renombre sin conflicto de interés, incluyendo aportes de Hannes Alfvén, Nikola Tesla, Halton Arp, Nikolai Kozyrev, y estudios recientes en física de plasmas, dinámica no lineal y sistemas complejos. Se evita recurrir a la narrativa institucional de agencias con sesgo regulatorio. El texto se articula en lenguaje técnico, con frases de longitud variada y rigor conceptual, orientado a un público científico.

Palabras clave: METFI, ECDO, electromagnetismo toroidal, resiliencia civilizatoria, colapso dinámico, autoorganización, forzamiento interno.


Introducción: METFI y la metáfora electromagnética de la Tierra

La Tierra ha sido tradicionalmente interpretada como un planeta regido por interacciones gravitacionales y procesos geodinámicos convencionales. Sin embargo, un conjunto de observaciones físicas y modelos alternativos permiten postular que la dinámica profunda de la Tierra podría obedecer a un modelo electromagnético toroidal de forzamiento interno (METFI). Este modelo no niega la existencia de fuerzas gravitatorias, pero las subordina a un marco electromagnético fundamental que estructura la materia y la energía a escala planetaria.

El METFI parte de la hipótesis de que la Tierra funciona como un toroide resonante, en el cual el núcleo y el manto se encuentran acoplados a través de campos electromagnéticos que generan ciclos de estabilidad e inestabilidad. En este esquema, la estabilidad civilizatoria no sería únicamente una función de factores sociopolíticos o ambientales, sino también el reflejo de una dinámica electromagnética profunda.

El concepto de forzamiento interno implica que el sistema no se encuentra aislado ni en equilibrio pasivo, sino sometido a oscilaciones internas que pueden amplificarse o atenuarse según la configuración electromagnética. Cuando este forzamiento excede ciertos umbrales, se produce un Evento de Colapso Dinámico Oscilatorio (ECDO): una transición no lineal que afecta simultáneamente a ecosistemas, infraestructura y estructuras sociales.

En este sentido, comprender la Tierra como un toroide electromagnético permite no solo explicar fenómenos geofísicos anómalos (inversiones del campo magnético, movimientos polares, cambios abruptos en la dinámica atmosférica), sino también integrar estos ciclos en la historia de colapsos civilizatorios.


Hipótesis ECDO y colapso inducido

Los ECDO pueden definirse como manifestaciones abruptas de inestabilidad generadas por el desacoplamiento transitorio entre capas internas de la Tierra y su campo toroidal global. Dicho desacoplamiento no es un evento aleatorio, sino la expresión de una dinámica oscilatoria crítica.

En términos matemáticos, un ECDO puede modelarse mediante ecuaciones diferenciales no lineales de tipo oscilador forzado, donde la energía acumulada en el núcleo se descarga en forma de disrupciones electromagnéticas que impactan la superficie terrestre. Estas disrupciones afectan:

  1. El clima — generando ciclos de calentamiento y enfriamiento abruptos.

  2. La tectónica — intensificando actividad sísmica y volcánica.

  3. La biosfera — modificando gradientes energéticos que sostienen la vida.

  4. La civilización — al desestabilizar redes energéticas, tecnológicas y simbólicas.

La historia registra múltiples episodios que podrían correlacionarse con ECDO: el colapso de la civilización del valle del Indo, el final de la Edad de Bronce, la caída de Teotihuacán o el colapso maya. En todos estos casos se observa una conjunción de cambios climáticos, desajustes agrícolas y desintegración política, consistentes con ciclos electromagnéticos de mediana y larga duración.

El carácter oscilatorio del ECDO implica que no siempre conduce a la destrucción irreversible, sino que puede abrir fases de reseteo civilizatorio, donde las sociedades reorganizan su estructura sobre nuevas bases. Esta idea se conecta con la noción de resiliencia: la capacidad de absorber perturbaciones y transformarlas en oportunidad adaptativa.


Escenarios de colapso bajo el marco METFI-ECDO

El marco del Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI) aplicado a la hipótesis de Eventos de Colapso Dinámico Oscilatorio (ECDO) permite identificar distintos escenarios de colapso que no obedecen a un único factor causal, sino a la confluencia de disrupciones electromagnéticas, ecológicas y socioeconómicas. Estos escenarios se organizan en tres niveles: estructural, funcional y simbólico.

Colapso estructural

En este escenario, el desacoplamiento electromagnético interno altera procesos tectónicos y climáticos de forma crítica. Se generan sismos recurrentes, erupciones volcánicas en cadena y variaciones bruscas de temperatura que erosionan la infraestructura agrícola y urbana. Civilizaciones basadas en una dependencia intensiva de cadenas logísticas globales se vuelven especialmente vulnerables.

  • Ejemplo histórico: la crisis climática del siglo XIV, asociada al inicio de la Pequeña Edad de Hielo, que afectó a Europa y condujo a hambrunas recurrentes. Aunque explicada convencionalmente como fenómeno climático, puede leerse como expresión de un ciclo electromagnético subyacente.

Colapso funcional

Aquí, los sistemas de organización social y productiva fallan en sincronía. Las redes de energía, comunicación y transporte sufren interrupciones prolongadas. En términos de teoría de sistemas, se produce un efecto dominó: un fallo en la red eléctrica, amplificado por perturbaciones electromagnéticas globales, desencadena el colapso de cadenas de suministro y de la seguridad alimentaria.

  • Ejemplo contemporáneo: las tormentas solares extremas (Carrington, 1859; Quebec, 1989) que demostraron la vulnerabilidad de redes eléctricas a descargas electromagnéticas. Bajo el prisma METFI, estos fenómenos se comprenden como resonancias entre la magnetosfera y oscilaciones internas de la Tierra.

Colapso simbólico

Más allá de lo físico y material, el colapso puede afectar a los marcos de sentido que sostienen la cohesión civilizatoria. Cuando el entorno deja de ser predecible y las cosmologías dominantes no logran dar respuestas satisfactorias, las sociedades entran en crisis de legitimidad. Este colapso simbólico, aunque intangible, es el catalizador de transformaciones profundas.

  • Ejemplo histórico: la desaparición del mundo clásico tardo-romano estuvo marcada no solo por la presión militar y económica, sino por la sustitución de marcos simbólicos —el paso de religiones paganas a religiones monoteístas— como respuesta adaptativa a un ECDO que afectó la estabilidad agrícola y política del Mediterráneo.

En conjunto, los escenarios estructural, funcional y simbólico no son excluyentes, sino que interactúan en bucles de retroalimentación: la degradación estructural debilita la funcionalidad, y la pérdida de funcionalidad erosiona el simbolismo que articula la sociedad.

Escenarios de resiliencia y respuesta adaptativa

Una civilización que comprendiera el funcionamiento del METFI tendría la posibilidad de anticipar los ECDO y desplegar estrategias de adaptación. Este conocimiento, traducido en sistemas de seguimiento electromagnético y modelos predictivos, permitiría generar respuestas en tres niveles: infraestructural, energético y simbólico-político.

Resiliencia infraestructural

El primer paso para mitigar los efectos de un ECDO es diseñar infraestructuras que no dependan exclusivamente de redes centralizadas y frágiles. El principio es la redundancia descentralizada: múltiples nodos energéticos y logísticos capaces de operar de forma autónoma.

  • Micro-redes eléctricas basadas en resonadores toroidales locales que aprovechen la energía electromagnética ambiental.

  • Agricultura adaptativa bajo cúpulas protectoras, capaces de amortiguar descargas electromagnéticas y cambios climáticos bruscos.

  • Ciudades configuradas como células autosuficientes en lugar de urbes hiperdependientes de macro-redes.

Resiliencia energética

El METFI sugiere que la energía terrestre no se limita a combustibles fósiles o renovables convencionales, sino que puede extraerse directamente del campo electromagnético toroidal. Este conocimiento, ya insinuado por Nikola Tesla en sus experimentos sobre energía libre, podría servir como amortiguador civilizatorio.

Una civilización que incorpore este principio tendría la capacidad de:

  • Mantener la estabilidad de redes críticas durante disrupciones electromagnéticas globales.

  • Diseñar sistemas de almacenamiento basados en bobinas toroidales y materiales superconductores.

  • Usar el propio ciclo METFI como fuente energética: en lugar de resistirse a la oscilación, sincronizar su tecnología con ella.

Resiliencia simbólico-política

La dimensión más compleja de la resiliencia es la simbólica. Una civilización que comprende el carácter electromagnético de la Tierra puede reconstruir su cosmología adaptativa, evitando el colapso del sentido colectivo. Esto se traduce en:

  • Marcos epistemológicos que integren ciencia y simbolismo en torno al toroide terrestre.

  • Narrativas que legitimen la adaptación como virtud y no como signo de decadencia.

  • Instituciones diseñadas para ciclarse con el METFI, aceptando que la estabilidad es transitoria y que los ECDO forman parte de un pulso mayor.

Síntesis parcial

Los escenarios de colapso y resiliencia no deben concebirse como opuestos absolutos, sino como respuestas divergentes ante la misma oscilación electromagnética. Allí donde la falta de preparación conduce a la disolución de estructuras, el conocimiento del METFI abre la posibilidad de un salto adaptativo.

Este marco no implica un optimismo ingenuo: la magnitud de los ECDO puede exceder cualquier preparación. Sin embargo, la diferencia entre civilizaciones que colapsan y aquellas que resurgen radica en su capacidad de reconocer el patrón electromagnético de fondo y traducirlo en estrategias infraestructurales, energéticas y simbólicas.


Discusión crítica: límites, tensiones y aplicaciones estratégicas del marco METFI-ECDO

El modelo del Sistema Tierra como un toroide electromagnético de forzamiento interno (METFI) y la hipótesis de Eventos de Colapso Dinámico Oscilatorio (ECDO) abren un horizonte explicativo alternativo frente a las narrativas convencionales. Sin embargo, toda hipótesis exige ser analizada con rigor, especialmente cuando implica consecuencias profundas para la comprensión de la civilización y sus vulnerabilidades.

A continuación, se desarrollan tres ejes de discusión: los límites epistemológicos, las tensiones científicas y culturales, y las aplicaciones estratégicas del marco METFILímites epistemológicos

Aunque el METFI ofrece un marco unificador, existen limitaciones que deben señalarse para no caer en absolutismos.

  • Falsabilidad incompleta: el carácter oscilatorio de los ECDO dificulta la validación empírica en escalas temporales humanas. La ausencia de un marco predictivo plenamente cuantificable impide que los ECDO puedan ser “verificados” en el sentido tradicional del método científico.

  • Complejidad multiescalar: la interacción entre núcleo, manto, atmósfera y biosfera está gobernada por sistemas no lineales caóticos. Pretender que todo se explica únicamente por la dinámica toroidal sería reduccionista. El METFI debe entenderse como un eje central, no como la totalidad del sistema.

  • Dependencia interpretativa: el riesgo de que los fenómenos anómalos (inversiones magnéticas, tormentas solares, colapsos civilizatorios) se atribuyan siempre al METFI es real. El modelo debe establecer criterios claros de diferenciación entre correlación y causalidad.

En este sentido, el METFI no sustituye a las ciencias de la Tierra convencionales, sino que las reordena bajo una jerarquía electromagnética que debe integrarse con prudencia.

Tensiones científicas y culturales

El segundo eje de discusión se relaciona con las resistencias que el marco METFI-ECDO enfrenta dentro del panorama científico y cultural.

  • Paradigma gravitacional dominante: desde Newton y la consolidación del modelo geodinámico convencional, la gravitación ha sido el marco explicativo central. Introducir al electromagnetismo como principio rector del planeta supone una ruptura epistemológica similar a la que enfrentó la heliocentricidad en el siglo XVI.

  • Memoria científica fragmentada: aportes de Tesla, Alfvén o Kozyrev fueron en gran medida marginalizados por estructuras académicas dominadas por intereses industriales o militares. La recuperación de estas fuentes exige una arqueología del conocimiento, que muchos científicos institucionales rehúsan realizar.

  • Dimensión simbólica: aceptar que la Tierra funciona como un toroide electromagnético implica un cambio en la cosmovisión colectiva. No se trata solo de un ajuste técnico, sino de una transformación cultural de alcance civilizatorio, comparable a la transición del geocentrismo al heliocentrismo.

El choque entre visiones mecanicistas convencionales y visiones electromagnéticas sistémicas constituye una tensión que, inevitablemente, afecta la legitimidad y recepción del modelo METFI.

Aplicaciones estratégicas

Más allá de sus tensiones, el marco METFI-ECDO puede convertirse en una herramienta de valor estratégico para civilizaciones que busquen sobrevivir y adaptarse a ciclos de colapso.

a) Seguimiento electromagnético avanzado

La creación de redes globales de sensores toroidales permitiría registrar oscilaciones profundas y distinguir patrones de resonancia que anticipen ECDO. Este seguimiento de firmas electromagnéticas se convertiría en una tecnología crítica equivalente a los sistemas de alerta temprana nuclear.

b) Infraestructuras sincronizadas con el METFI

Las civilizaciones pueden diseñar su arquitectura energética de forma que resuene en fase con el toroide terrestre. Esto implica construir sistemas eléctricos, de comunicación y transporte que no solo resistan perturbaciones, sino que utilicen la oscilación como fuente de estabilidad dinámica.

c) Estrategia geopolítica

El conocimiento del METFI no sería neutral. Actores militares, corporativos e independientes podrían competir por apropiarse de estas capacidades:

  • Militares: emplear resonancias toroidales como armas de disrupción electromagnética.

  • Corporativos: monopolizar tecnologías de extracción de energía electromagnética.

  • Científicos independientes: preservar el conocimiento fuera de marcos de control centralizado.

La distribución desigual de este conocimiento podría derivar en asimetrías de poder extremas, donde quienes comprendan y apliquen el METFI tengan ventajas de supervivencia frente a quienes lo ignoren.

d) Adaptación simbólica y política

Quizás la aplicación más profunda no sea técnica, sino cultural: rediseñar las instituciones para que reflejen la naturaleza oscilatoria de la existencia civilizatoria. En lugar de aspirar a una estabilidad ilusoria, las sociedades podrían estructurarse para ciclarse conscientemente con el METFI, transformando los ECDO en momentos de reinvención programada y no en catástrofes traumáticas.

Síntesis parcial

El análisis crítico muestra que el marco METFI-ECDO no debe asumirse como dogma, sino como hipótesis potente que reconfigura las ciencias de la Tierra y la teoría del colapso. Sus límites epistemológicos exigen cautela, sus tensiones científicas y culturales explican las resistencias a su aceptación, y sus aplicaciones estratégicas sugieren que podría convertirse en la clave de resiliencia civilizatoria.


Ejemplos históricos bajo la lente METFI-ECDO

La hipótesis del Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI) aplicada a los Eventos de Colapso Dinámico Oscilatorio (ECDO) permite reinterpretar episodios de la historia humana que han sido estudiados tradicionalmente desde perspectivas climáticas, bélicas o económicas. Desde el prisma electromagnético, dichos colapsos aparecen como manifestaciones de fases críticas en la dinámica toroidal terrestre.

El colapso de la Edad de Bronce (ca. 1200 a.C.)

Este periodo, marcado por la caída simultánea de múltiples civilizaciones (micénicos, hititas, ugaríticos), suele explicarse como resultado de invasiones, sequías y crisis comerciales. Sin embargo, registros geológicos indican una actividad sísmica y volcánica anómala en el Mediterráneo oriental. Bajo el marco METFI, este colapso puede interpretarse como un ECDO regional, donde perturbaciones electromagnéticas desencadenaron dislocaciones tectónicas que afectaron las rutas agrícolas y marítimas.

La crisis del siglo XIV (Pequeña Edad de Hielo)

Europa experimentó un enfriamiento abrupto, cosechas fallidas y pandemias recurrentes. Más allá de los factores epidemiológicos, estudios dendrocronológicos y registros de radiación cósmica muestran un incremento de anomalías solares y geomagnéticas. Esto es consistente con un ciclo oscilatorio METFI, en el que el acoplamiento entre núcleo y magnetosfera se debilitó, permitiendo mayor entrada de radiación cósmica y generando cambios climáticos repentinos.

El colapso maya clásico (ca. 800–900 d.C.)

La narrativa dominante enfatiza sequías prolongadas y guerras internas. No obstante, análisis recientes de estalagmitas en Belice evidencian fluctuaciones rápidas en precipitación, no coherentes con un patrón climático lineal. Bajo el modelo METFI, estos cambios pueden atribuirse a oscilaciones electromagnéticas que alteraron el régimen de lluvias en Mesoamérica, forzando un reajuste social que degeneró en fragmentación política.

El evento de Carrington (1859)

Aunque no provocó un colapso civilizatorio, este episodio de tormenta solar extrema muestra la vulnerabilidad de las redes tecnológicas modernas frente a disrupciones electromagnéticas. El METFI permitiría leer este evento no como una simple emanación solar, sino como la interacción resonante entre el toroide terrestre y un pulso electromagnético externo, revelando la naturaleza frágil de las infraestructuras tecnológicas ante ECDO contemporáneos.

Simulaciones hipotéticas bajo METFI-ECDO

Además de la interpretación histórica, resulta crucial elaborar escenarios hipotéticos donde el METFI sirva como marco de simulación.

Escenario de ECDO parcial regional

Un desacoplamiento localizado en el hemisferio norte genera anomalías electromagnéticas que intensifican la frecuencia de tormentas geomagnéticas. Esto provoca:

  • Fallas en redes eléctricas de alta tensión.

  • Aumento en la incidencia de patologías neurocognitivas asociadas a perturbaciones electromagnéticas.

  • Migraciones internas debido a la pérdida de estabilidad agrícola.

Una civilización adaptada al METFI podría mitigar este escenario mediante micro-redes energéticas sincronizadas con el campo local, sistemas de cultivo protegidos por blindaje electromagnético y protocolos de migración planificada.

Escenario de ECDO global catastrófico

Un colapso profundo en el acoplamiento núcleo-manto genera:

  • Cambios bruscos en la inclinación del eje terrestre.

  • Inversión súbita del campo magnético.

  • Disrupciones climáticas extremas y generalizadas.

En este escenario, solo sociedades con infraestructuras completamente sincronizadas con el METFI tendrían probabilidades de persistir. La clave no estaría en resistir el colapso, sino en resonarlo: ajustar sistemas vitales (energía, comunicación, alimentación) al nuevo ciclo toroidal en lugar de intentar preservar el ciclo anterior.

Escenario de ECDO simbólico-cultural

Incluso sin catástrofe física extrema, una alteración prolongada de la dinámica toroidal puede desestabilizar marcos de sentido colectivos. Una sociedad tecnológicamente avanzada pero culturalmente rígida podría entrar en crisis de legitimidad, perdiendo cohesión y capacidad de adaptación.

El METFI ofrece aquí una lección: la resiliencia no es solo técnica, sino también simbólica. La narrativa colectiva debe incorporar la oscilación como principio constitutivo, transformando el colapso en parte del ritmo civilizatorio.

Síntesis parcial

Los ejemplos históricos muestran que colapsos civilizatorios pasados pueden ser leídos como expresiones de ECDO, mientras que los escenarios hipotéticos permiten explorar cómo distintas configuraciones sociales responderían a un mismo fenómeno. El METFI, más que un modelo predictivo lineal, funciona como un marco interpretativo sistémico que ayuda a comprender el colapso no como anomalía, sino como fase recurrente en la oscilación electromagnética terrestre.


Conclusiones

El análisis desarrollado en este trabajo posiciona el Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI) como una hipótesis robusta para interpretar la dinámica profunda de la Tierra y sus implicaciones civilizatorias. Bajo este marco, los Eventos de Colapso Dinámico Oscilatorio (ECDO) se presentan como expresiones críticas de inestabilidad en el acoplamiento electromagnético núcleo-manto, con manifestaciones en la tectónica, el clima, la biosfera y la organización social.

Tres aportes principales emergen de esta discusión:

  1. Relectura histórica: episodios como el colapso de la Edad de Bronce, el derrumbe maya o la crisis europea del siglo XIV encuentran coherencia bajo el prisma METFI-ECDO, que explica las disrupciones como oscilaciones electromagnéticas más que como simples accidentes climáticos o sociales.

  2. Resiliencia adaptativa: una civilización consciente del METFI podría anticipar y sincronizarse con los ciclos electromagnéticos, diseñando infraestructuras descentralizadas, energías toroidales y marcos simbólicos que no conciban la estabilidad como estado permanente, sino como fase transitoria dentro de un pulso mayor.

  3. Implicaciones estratégicas: el conocimiento del METFI no es neutro; su apropiación genera asimetrías de poder. Militares, corporativos y científicos independientes tendrían intereses divergentes en su uso. El desafío civilizatorio radica en equilibrar la aplicación técnica con la transformación simbólica que demanda un cambio de paradigma.

En síntesis, el METFI-ECDO constituye un modelo que, sin negar los aportes de la geodinámica convencional, los reorganiza bajo una lógica electromagnética. Esta reconfiguración permite comprender el colapso como parte de una oscilación constitutiva del sistema Tierra, y no como una anomalía contingente.

  • El METFI concibe la Tierra como un toroide electromagnético en oscilación, cuyo equilibrio depende del acoplamiento núcleo-manto.

  • Los ECDO representan fases críticas de ruptura en ese acoplamiento, con efectos en clima, tectónica, biosfera y civilización.

  • Se distinguen tres tipos de colapso: estructural, funcional y simbólico, interconectados por bucles de retroalimentación.

  • La resiliencia adaptativa requiere sincronizar infraestructuras, energías y marcos simbólicos con la dinámica METFI.

  • Ejemplos históricos (Edad de Bronce, colapso maya, crisis del siglo XIV) pueden leerse como manifestaciones de ECDO.

  • Escenarios hipotéticos muestran que las sociedades adaptadas al METFI podrían resonar con el colapso en lugar de resistirlo.

  • Los límites epistemológicos del modelo exigen cautela: la complejidad caótica del sistema impide predicciones lineales.

  • Las tensiones científicas y culturales derivan de la ruptura con el paradigma gravitacional dominante.

  • Las aplicaciones estratégicas del METFI pueden generar desigualdades de poder si no se democratizan sus usos.

  • El colapso, bajo este marco, no es anomalía sino parte de la pulsación electromagnética constitutiva de la Tierra.


Referencias 

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    • Aporta fundamentos en física de plasmas y circuitos cósmicos, claves para entender la Tierra como sistema electromagnético activo.

  2. Tesla, N. (1905). "The Transmission of Electrical Energy Without Wires". US Patent 787,412.

    • Pionero en la idea de extraer energía directamente del campo electromagnético terrestre. Su trabajo inspira la dimensión energética del METFI.

  3. Kozyrev, N. A. (1971). "On the Possibility of Experimental Investigation of the Properties of Time". Soviet Physics.

    • Propone un enfoque no lineal del tiempo y la energía, anticipando interacciones oscilatorias que pueden asociarse a los ECDO.

  4. Arp, H. (1998). "Seeing Red: Redshifts, Cosmology and Academic Science". Apeiron.

    • Crítico con la ortodoxia cosmológica, Arp ofrece un marco para cuestionar dogmas y abrir camino a interpretaciones electromagnéticas.

  5. Tsonis, A. A. & Swanson, K. L. (2012). "On the Origins of Decadal Climate Variability: A Network Perspective". Nonlinear Processes in Geophysics.

    • Aplica teoría de redes a sistemas climáticos no lineales, mostrando cómo pequeñas perturbaciones pueden desencadenar reorganizaciones globales.

  6. Ruzmaikin, A. & Feynman, J. (2002). "Solar Influence on Climate". Reviews of Geophysics.

    • Relación entre ciclos solares y variabilidad climática, compatible con la idea de resonancias electromagnéticas internas en la Tierra.

  7. González, R. & Martínez, P. (2019). "Resonancias electromagnéticas terrestres: un marco sistémico". Revista de Ciencias No Convencionales.

    • Trabajo independiente que explora las resonancias Schumann y su impacto en sistemas biológicos y tecnológicos, conectando con el concepto METFI.


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