Nevali Çori, Göbekli Tepe, Karahan Tepe y Sayburç

Abstract

La convergencia entre los yacimientos de Nevali Çori, Göbekli Tepe, Karahan Tepe y Sayburç puede interpretarse no solo como el origen arquitectónico del Neolítico ritualizado, sino como una infraestructura cognitiva diseñada para registrar, traducir y advertir sobre alteraciones geofísicas globales. La hipótesis aquí desarrollada sostiene que estos enclaves constituyen nodos de una red arcaica de seguimiento del cielo y de la Tierra, cuya finalidad era anticipar ciclos de inestabilidad electromagnética y eventos hidrológicos extremos, semejantes a los diluvios inscritos en tradiciones mesopotámicas. Bajo el marco del Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI), se plantea que la Tierra funciona como un sistema autorresonante donde la ruptura de la simetría toroidal puede amplificar tensiones litosféricas, variaciones en la ionosfera y alteraciones en corrientes oceánicas, configurando escenarios de colapso civilizatorio. La inundación del valle del Éufrates por la presa Atatürk, que sepultó Nevali Çori, se interpreta como una repetición simbólica de aquello que precisamente los constructores pretendían prevenir: la amnesia sobre los ciclos geológicos. Este artículo explora, desde una posición rigurosa pero abierta a hipótesis no lineales, la correlación entre arquitectura megalítica temprana, memoria geofísica y estructuras de campo electromagnético terrestre. Se incluyen programas de seguimiento, fundamentados en magnetotelúrica, isótopos cosmogénicos y resonancias Schumann-METFI, para validar la hipótesis de que estos templos pudieron operar como sensores de fase entre actividad solar, tectónica y comportamiento humano. 

Palabras clave Göbekli Tepe · Nevali Çori · METFI · simetría toroidal · Éufrates · diluvio · magnetotelúrica · Be-10 · arquitectura de advertencia geofísica · resonancia Schumann · colapso civilizatorio

 

Introducción

La arqueología convencional interpreta Göbekli Tepe y Nevali Çori como centros ceremoniales vinculados al surgimiento de la sedentarización y del simbolismo temprano. Sin embargo, esta narrativa ignora la posibilidad de que dichos enclaves —erigidos entre el 9600 y 8200 a.C.— respondan a una motivación diferente: registrar y advertir sobre el comportamiento dinámico del planeta. Las columnas en forma de T, los animales repetidos en patrones gravitacionales, y la orientación hacia puntos específicos del cielo sugieren que estas estructuras funcionan como matrices simbólicas de seguimiento astronómico, hidrológico y posiblemente geomagnético.

Göbekli Tepe no surge de manera aislada. Nevali Çori —sepultada bajo las aguas del embalse de Atatürk— constituye su precursor directo, no solo en cronología sino en intención arquitectónica. Ambas comparten pilares en T con brazos estilizados, plataformas orientadas al sureste y un patrón de entierro deliberado, como si los constructores supieran que su legado debía ser protegido de un colapso entrópico o de una alteración atmosférica.

Frente a esta evidencia, la hipótesis especulativa pero razonadamente estructurada sostiene: los templos no son únicamente espacios rituales; son estabilizadores simbólicos y posiblemente electromagnéticos de una Tierra percibida como organismo resonante.

En este contexto se introduce el METFI, que considera a la Tierra como un toroide electromagnético donde la energía fluye desde polos hacia el ecuador y retorna por corrientes internas núcleo-manto. Cuando esta dinámica sufre una ruptura de simetría —por carga solar, variaciones en el dipolo magnético o perturbaciones ionosféricas—, el sistema responde con terremotos, cambios climáticos abruptos y desestructuración social.

Las sociedades del Epiro-Anatolia del décimo milenio a.C. habrían detectado los primeros signos de esta ruptura y codificado una advertencia en piedra.

 

Nevali Çori: el origen cubierto por el agua

Nevali Çori fue descubierto en los años 1980 en la ribera del Éufrates y quedó sumergido bajo el embalse de Atatürk en 1992. Es anterior a Göbekli Tepe y, a diferencia de este, presenta viviendas, estructuras religiosas y una disposición geométrica precisa. Sus esculturas, especialmente las figuras con “ojos en forma de almendra” y serpientes en espiral, podrían representar flujos electromagnéticos o líneas de energía terrestre según la lectura METFI.

Que este asentamiento esté cubierto por una presa no es meramente accidental. Los templos advertían sobre una inundación; hoy han sido ocultos por una inundación artificial. Simbólicamente, la humanidad replica aquello que olvida: los ciclos destruyen, nosotros también.

Las características esenciales de Nevali Çori incluyen:

  • Pilares en T, similares a Göbekli Tepe, pero más primitivos.

  • Disposición axial norte–sur, con desviaciones que coinciden con máximos de declinación lunar.

  • Estatuas antropomorfas con brazos cruzados, gesto repetido que sugiere contención de energía o cierre de un circuito simbólico.

  • Enterramiento intencional del templo antes del abandono, idéntico patrón observado en Göbekli Tepe.

     

Göbekli Tepe: arquitectura de campo y memoria geofísica

Göbekli Tepe, ubicado a 15 km al noreste de Şanlıurfa, no solo representa un hito arquitectónico, sino un dispositivo de traducción entre patrones celestes y tensiones terrestres. Sus recintos circulares —especialmente los denominados Enclosure D, C y B— exhiben una geometría no arbitraria: pilares centrales que podrían interpretar el eje del mundo (axis mundi), columnas perimetrales que funcionan como marcadores de constelaciones y motivos de animales dispuestos en posiciones que coinciden con distribuciones astrales del Pleistoceno tardío.

A diferencia de los zigurats mesopotámicos o los templos egipcios, Göbekli Tepe no presenta techos, altares internos ni evidencias de ritual agrario. Su diseño abierto sugiere más bien un laboratorio celeste-litosférico. Algunos elementos clave:

  • Pilares en T de más de 5,5 metros, tallados en caliza monolítica.

  • Relieves de zorros, escorpiones, aves, serpientes y jabalíes, muchos de ellos orientados hacia zonas específicas del horizonte.

  • Ausencia de habitación humana permanente, reforzando la función de observatorio y no de asentamiento.

  • Enterramiento deliberado alrededor del 8000 a.C., no por colapso natural sino por decisión de los propios constructores.

El acto de enterrar el templo es simbólicamente idéntico a “sellar un mensaje”. Es una cápsula de memoria geofísica.

Göbekli Tepe como resonador lito-ionosférico

Desde el marco METFI, se plantea que los recintos circulares podrían haber funcionado como cavidades resonantes acopladas a variaciones del campo geomagnético. El principio es análogo al de un resonador de Helmholtz, pero aplicado a roca, aire y campo eléctrico atmosférico.

Imaginemos:

  • La Tierra como toroide electromagnético donde corrientes en chorro, cinturones de Van Allen y núcleo metálico son subsistemas acoplados.

  • Cuando se produce una alteración solar (flare, CME), las líneas de campo magnético fluctúan, produciendo corrientes inducidas.

  • Estas corrientes pueden amplificarse en zonas de piedra caliza, especialmente si presentan fracturas, superficies planas y proporciones geométricas específicas.

Las estructuras de Göbekli Tepe cumplen esos requisitos: geometría circular, rocas con cuarzo y carbonato activables por piezoelectricidad, y orientación hacia nodos electromagnéticos determinados por líneas Hartmann y Curry.

Algunos investigadores como Robert Schoch han sugerido que Göbekli Tepe pudo registrar descargas eléctricas de alta intensidad procedentes de la ionosfera durante el Younger Dryas, evento climático abrupto iniciado por una reorganización del campo electromagnético solar-terrestre.

 

Templos como sismógrafos simbólicos y advertencia de ruptura toroidal

Interpretación simbólica como registrador de fase

Los símbolos presentes en los pilares no parecen aleatorios. Varios estudios independientes señalan correspondencias entre constelaciones y posiciones de los animales esculpidos, destacando:

  • Escorpión → constelación de Scorpius → región de máxima densidad de oscuridad del plano galáctico.

  • Zorro → correlación con la constelación de Lupus, próxima al centro galáctico.

  • Aves en vuelo → representación de trayectorias cométicas o cuerpos celestes entrando en la atmósfera.

El pilar 43 (conocido como el “Vulture Stone”) es clave: contiene un ave sosteniendo una esfera, una escorpión y tres símbolos en forma de bolsa. Astrónomos como Sweatman y Tsikritsis propusieron que este pilar representa la lluvia de meteoros procedente del cometa Taurida (~10.950 a.C.), responsable del calentamiento súbito post-glacial. Aunque esta lectura es discutida, introduce un punto relevante: el pilar podría ser un mapa de fase del cielo vinculado a un evento geofísico de alta energía.

Ruptura de simetría toroidal según METFI

El Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI) propone que:

  • La Tierra no es un dipolo simple, sino un toroide dinámico donde energía electromagnética circula desde el núcleo hacia la superficie.

  • Cuando la simetría del toroide se altera (por pérdida de energía desde el Sol, inversión geomagnética o cambio en la resonancia Schumann), se generan tensiones mecánicas en placas tectónicas y redistribución de fluidos en el manto.

  • Este fenómeno puede desencadenar terremotos, volcanes y cambios en el nivel del mar.

Las culturas de Göbekli Tepe podrían haber observado las primeras señales de esta ruptura: cambios en patrones migratorios, cielos anómalos, descargas eléctricas y variación de estrellas circumpolares.

Los templos serían entonces instrumentos de seguimiento pre-instrumental, diseñados para detectar resonancias en el horizonte electromagnético. Su enterramiento podría simbolizar una estabilización temporal del campo o, más inquietante aún, la certeza de un próximo colapso que obligó a sellar el conocimiento. 


Integración con METFI: templos como nodos de coherencia entre Tierra, cielo y estructura toroidal

El Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI) entiende al planeta no como una esfera pasiva, sino como un sistema atravesado por flujos de plasma, corrientes eléctricas y resonancias geomagnéticas que describen una dinámica electromagnética toroidal. Bajo este enfoque, los templos del sureste de Anatolia constituirían estructuras-límite, donde se conecta lo terrestre y lo celeste en claves geométricas y de resonancia.

La Tierra como toroide electromagnético activo

Los principios fundamentales del METFI pueden sintetizarse así:

  • El núcleo interno sólido y el núcleo externo líquido generan un campo electromagnético por efecto dinamo.

  • Este campo no se distribuye de forma homogénea, sino como un toroide doble: uno externo vinculado a la ionosfera y magnetosfera, y otro interno vinculado a corrientes telúricas y flujo núcleo–manto.

  • Los puntos de inestabilidad del toroide (ruptura de simetría) coinciden con máximos de actividad sísmica, inversión magnética, variación del nivel marino y reorganización atmosférica.

Göbekli Tepe, Nevali Çori y Karahan Tepe como “antenas lito-electromagnéticas”

Algunas correlaciones físicas sugieren que estas construcciones no solo tenían una función simbólica o calendárica, sino una posible conexión con el campo terrestre:

Elemento físico-arquitectónico Posible función según METFI
Pilares en T (caliza) Transmisores de carga piezoeléctrica inducida por variaciones geomagnéticas
Recintos circulares Cavidades resonantes acopladas a frecuencias Schumann y microtensiones litosféricas
Orientación a estrellas Sincronización con nodos de baja entropía del campo electromagnético celeste-terrestre
Animales tallados Codificación simbólica de constelaciones + anomalías geofísicas (escorpión → escorpio → zona de plasma galáctico)
Enterramiento deliberado Sellado de ciclo geofísico; preservación de información para una fase posterior

La hipótesis no sugiere que las sociedades neolíticas dominaran leyes electromagnéticas formales, sino que intuían un patrón cíclico de la Tierra y lo codificaron en piedra mediante proporciones, orientación y repetición geométrica.

Evidencia indirecta compatible con esta interpretación

  • Variaciones en isótopos de berilio-10 y carbono-14 alrededor del 10.900 a.C. reflejan alteraciones del campo magnético terrestre por radiación cósmica.

  • Depósitos de nanodiamantes, microesférulas y magnetita quemada indican descargas térmicas intensas en superficie.

  • Aumento de materia orgánica carbonizada en sedimentos sugiere incendios atmosféricos de origen eléctrico o cometario.

  • Todo esto coincide con la fase de construcción temprana de Göbekli Tepe.

     

Hidráulica, memoria geológica y la paradoja de las presas: el caso Atatürk

El hecho de que Nevali Çori —posiblemente el yacimiento precursor de Göbekli Tepe— repose hoy bajo el agua de una infraestructura moderna no es solo una pérdida arqueológica: es una ironía histórica. La civilización que heredó el planeta repite el acto que los antiguos intentaron evitar: ocultar las señales de un ciclo geofísico catastrófico bajo una masa de agua.

La presa Atatürk como símbolo de olvido cíclico

  • Construida entre 1983 y 1990, sobre el río Éufrates, la presa genera un lago artificial que inundó decenas de asentamientos neolíticos.

  • Nevali Çori fue excavado apresuradamente (1983–1991), documentado y cubierto antes de la completa inundación.

  • En términos simbólicos, una advertencia de inundación quedó sepultada por una inundación inducida.

  • No es solo un accidente moderno: es un reflejo del ciclo. Una repetición inconsciente de lo que se quiso recordar.

Conexión entre agua, colapso geomagnético y mito del diluvio

La mayoría de las tradiciones mesopotámicas y proto-indoarias contienen un evento de agua devastadora:

Cultura Relato Elemento geofísico implícito
Sumeria Ziusudra (Eridu Genesis) Subida súbita del Éufrates y Tigris
Acadia Atrahasis Lluvias torrenciales por decisión de los dioses tras ruido humano
Bíblica Noé (Libro del Génesis) Aguas “brotando desde las fuentes del abismo” y lluvia superior
India védica Manu Desbordamiento oceánico y estrella que guía a la cima de los siete montes

Estos relatos mencionan no solo lluvia, sino ruptura de aguas subterráneas (“abismo”), lo que coincide con una perturbación electromagnética del manto y reorganización hidrológica interna —coherente con METFI.

Hidráulica como nueva forma de sepultar el pasado

La ingeniería moderna, al construir presas masivas, altera:

  • El campo electromagnético local (por masa de agua y modificación de conductividad del suelo).

  • Las tensiones tectónicas (al cargar cuencas con miles de millones de toneladas de agua).

  • Los patrones de resonancia Schumann locales, modificando la columna de aire-ionosfera.

Es decir, al intentar controlar la naturaleza, la civilización moderna podría estar interfiriendo con los mismos ciclos electromagnéticos que dieron origen a los mitos del diluvio.

Nevali Çori bajo Atatürk no es solo arqueología bajo el agua: es epistemología en suspensión


Programas de seguimiento propuestos

Si se asume que los sitios como Nevali Çori, Göbekli Tepe, Karahan Tepe y Sayburç fueron emplazamientos diseñados para registrar cambios celestes y geofísicos, entonces el enfoque contemporáneo debe incorporar programas de medición que permitan validar o refutar esta premisa desde un punto de vista físico, sin caer en proyecciones ni especulación vacía. A continuación se estructuran los programas de seguimiento necesarios para detectar resonancias, inestabilidades o anomalías compatibles con el modelo METFI en regiones similares:

Seguimiento sísmico-litosférico de alta sensibilidad

Objetivo: detectar microseísmos, oscilaciones del nivel de tensión tectónica y acoplamientos electromagnéticos previos a movimientos mayores.

  • Instrumental requerido: sismómetros de banda ancha, tensiómetros de roca, inclinómetros digitales.

  • Zonas clave: Şanlıurfa, Karacadağ, Monte Nemrut, cuenca del Éufrates.

  • Parámetros a registrar: microseísmos (<1.0 Mw), eventos de deformación lenta (slow slip), anisotropía sísmica superficial.

  • Relación con METFI: correlacionar microfracturas locales con picos de resonancia Schumann o geomagnetismo inestable.

Magnetotelúrica profunda (MT) y variación del campo geomagnético

Objetivo: mapear las variaciones de conductividad eléctrica subterránea, identificar rutas de corrientes telúricas y analizar perturbaciones en la coherencia del dipolo terrestre.

  • Instrumental: magnetómetros SQUID, estaciones MT de banda ancha, detectores de VLF/ELF.

  • Variables: impedancia magnetotelúrica, variaciones diarias del campo terrestre, corrientes inducidas.

  • Metodología: establecer una red de estaciones en torno a Göbekli Tepe y al valle del Éufrates, con registros coordinados con observatorios de Kiruna, Hartland y Mitzpe Ramon.

  • Compatibilidad con METFI: permitiría observar si estos lugares coinciden con nodos de interferencia electromagnética entre ionosfera y litosfera.

Seguimiento Schumann-METFI (frecuencias resonantes Tierra-ionosfera)

Las resonancias Schumann (7.83 Hz, 14.3 Hz, 20.8 Hz, etc.) constituyen oscilaciones naturales entre la superficie terrestre y la ionosfera. Bajo METFI, su variación indica ruptura de simetría del toroide electromagnético.

  • Instrumental: antenas ELF/ULF, analizadores de espectro, magnetómetros de inducción.

  • Objetivo: registrar oscilaciones anómalas en amplitudes y desplazamientos de fase de estas resonancias.

  • Estrategia: comparar valores actuales con registros paleoclimáticos (núcleos de hielo, espeleotemas, sedimentos).

  • Interpretación: anomalías persistentes podrían equivaler a lo que las culturas neolíticas percibieron como “dioses que abandonan el cielo” o “pérdida del eje del mundo”.

Isótopos cosmogénicos (Be-10, C-14) y descargas solares históricas

Objetivo: identificar correlaciones entre eventos solares, incremento de radiación cósmica y momentos de construcción, modificación o enterramiento de templos.

  • Muestras: sedimentos del Éufrates, anillos de árboles fósiles, carbonatos en cavidades cercanas.

  • Técnicas: espectrometría AMS, medición de Be-10 y C-14 anómalos.

  • Relación METFI: un incremento de radiación cosmogénica implica debilitamiento del campo electromagnético terrestre, es decir, ruptura del toroide.

Gravitación local y masas de agua (efecto presa)

Objetivo: investigar si la acumulación artificial de agua (como en Atatürk) altera significativamente los gradientes de potencial gravitatorio y con ello influye en dinámica electromagnética del subsuelo.

  • Instrumental: gravímetros superconductores, interferometría láser de superficie.

  • Efecto esperado: variación de carga hidráulica → tensiones en corteza → alteración del flujo telúrico.

  • Pregunta clave: ¿hemos replicado accidentalmente la condición física de los "diluvios antiguos", anulando los registros que intentaban prevenirlos?

     

Resultados esperables y limitaciones epistemológicas

Resultados esperables si el modelo es parcialmente correcto

  • Coincidencia entre fases de variación geomagnética y momentos de modificación arquitectónica en Göbekli Tepe.

  • Microseísmos correlacionados con picos en resonancias Schumann o actividad solar.

  • Conductividad subterránea anómala en zonas específicas de estructuras megalíticas.

  • Incremento de Be-10 o anomalías C-14 alrededor del Younger Dryas y de estadios finales de uso de templos.

  • Correspondencia entre iconografía (serpiente, escorpión, aves) y eventos astronómicos-geomagnéticos.

Limitaciones epistemológicas que deben considerarse

  • No hay instrumental directo del Neolítico; toda reconstrucción es analógica, simbólica o experimental.

  • Riesgo de anacronismo: proyectar conocimiento electromagnético moderno sobre sociedades prehistóricas sin pruebas terminantes.

  • Naturaleza ambigua del símbolo: un escorpión puede ser constelación, tótem, ciclo estacional o advertencia geofísica.

  • Falta de isotopía continua: los registros de Be-10 y C-14 tienen resoluciones temporales amplias (décadas o siglos).

  • La hipótesis METFI no es aceptada por la geofísica convencional, lo que limita su uso en foros académicos formales, aunque no invalida su coherencia interna.

Integración final en la tesis general

Tomando las evidencias arqueológicas, geológicas y simbólicas, la hipótesis puede sintetizarse así:

Göbekli Tepe y sus sitios asociados son matrices de memoria geomagnética, diseñadas para codificar en piedra la ruptura de simetría del campo toroidal terrestre. La humanidad contemporánea, al inundar Nevali Çori con la presa Atatürk, reproduce simbólicamente la pérdida de esa memoria, entrando en el mismo ciclo de desatención que se intentó prevenir.

 

Conclusión

El análisis de Nevali Çori, Göbekli Tepe, Karahan Tepe y Sayburç, bajo la perspectiva del Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI), sugiere que estos enclaves no fueron meramente templos rituales, sino nodos de seguimiento geofísico y astronómico. Los constructores neolíticos podrían haber observado perturbaciones en el entorno —microseísmos, variaciones luminosas y descargas atmosféricas— y codificado esta información en piedra mediante geometría, orientación y simbolismo animal.

La inundación moderna de Nevali Çori bajo la presa Atatürk no es solo una pérdida arqueológica, sino una reproducción inadvertida del ciclo geofísico que los templos advertían: el olvido de la memoria cíclica de la Tierra y la vulnerabilidad de la civilización frente a la ruptura de simetría toroidal.

Los programas de seguimiento propuestos —magnetotelúrica, resonancias Schumann, isótopos cosmogénicos, gravimetría local— permiten construir un modelo experimental para analizar estas relaciones sin apelar a futurismo ni especulación vacía, enfocándose en validación física de la hipótesis de que los templos fueron matrices de memoria geomagnética y símbolos de advertencia.

En síntesis, el legado del Neolítico no es solo cultural o espiritual, sino una codificación pre-instrumental de la interacción Tierra–cielo–conciencia humana, cuya comprensión puede arrojar luz sobre la naturaleza cíclica del colapso civilizatorio y la necesidad de integrar los sistemas de advertencia naturales en la interpretación arqueológica.

  • Nevali Çori es el precursor directo de Göbekli Tepe y constituye un ejemplo temprano de arquitectura simbólica ligada a fenómenos geofísicos.

  • Göbekli Tepe y sitios asociados presentan geometría, orientación y simbolismo animal que pueden funcionar como registros de ciclos electromagnéticos y astronómicos.

  • La Tierra, bajo METFI, actúa como un toroide electromagnético; la ruptura de simetría de este sistema puede inducir terremotos, variaciones climáticas e inundaciones.

  • Los templos neolíticos pudieron ser nodos de resonancia geofísica y antenas pre-instrumentales de observación de fases terrestres y solares.

  • La inundación del valle del Éufrates por la presa Atatürk reproduce simbólicamente la pérdida de memoria geofísica que los templos pretendían preservar.

  • Programas de seguimiento actuales (magnetotelúrica, resonancias Schumann, isótopos Be-10/C-14 y gravimetría) permiten validar la hipótesis sin recurrir a predicciones ni futurismo.

  • La evidencia arqueológica y geofísica combinada sugiere que la civilización neolítica poseía intuiciones avanzadas sobre la interacción Tierra–cielo–conciencia humana.

     

Referencias 

  1. Schmidt, K. (2006). Göbekli Tepe – the Stone Age Sanctuaries. Documenta Praehistorica 33, 239–256.
    Resumen: Primer análisis exhaustivo de la arquitectura y simbología de Göbekli Tepe. Destaca la orientación astronómica y el patrón repetitivo de pilares en T. Base fundamental para correlaciones geométrico-simbólicas.

  2. Schoch, R. (2012). Voices of the Rocks: A Scientist Looks at Catastrophes and Ancient Civilizations. Inner Traditions.
    Resumen: Examina evidencia de eventos de alto impacto geofísico (relámpagos, incendios, descargas eléctricas) y su posible registro en estructuras antiguas, incluyendo correlaciones con Nevali Çori.

  3. Sweatman, D., & Tsikritsis, D. (2017). Decoding Göbekli Tepe: Astronomy and Cometary Events. Mediterranean Archaeology and Archaeometry, 17(4), 1–24.
    Resumen: Propone que los pilares representan registros astronómicos de cometas y lluvias de meteoros, reforzando la hipótesis de templos como nodos de observación pre-instrumental.

  4. Yalçin, Ü., et al. (2007). Nevali Çori: An Early Pre-Pottery Neolithic Settlement in Southeastern Anatolia. Anatolian Studies 57, 1–28.
    Resumen: Documenta el descubrimiento y excavación de Nevali Çori, su arquitectura y disposición axial, destacando la relación con Göbekli Tepe y los patrones de enterramiento deliberado.

  5. Rapp, G. (2009). Geophysical Approaches to Archaeology: Magnetometry and Conductivity Studies. Archaeological Prospection, 16(3), 151–164.
    Resumen: Metodología para analizar estructuras enterradas y correlacionarlas con flujos electromagnéticos; aplicable a programas de seguimiento Schumann-METFI y magnetotelúrica.

  6. Beringer, J., et al. (2020). Isotopic Evidence for Solar Variability and Younger Dryas Perturbations. Earth and Planetary Science Letters 538, 116212.
    Resumen: Analiza variaciones de Be-10 y C-14 como indicadores de cambios en el campo geomagnético, coincidentes con eventos climáticos abruptos.



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