Stealth CMEs durante fases de caída del ciclo solar, su papel en la reorganización geomagnética y la necesidad de modelos de acoplamiento interno METFI para su seguimiento e interpretación.

 Abstract

La transición hacia la fase descendente del ciclo solar ha puesto de manifiesto un fenómeno cuya relevancia física supera, con mucho, su aparente baja actividad superficial: la proliferación de stealth coronal mass ejections (stealth CMEs). Estas eyecciones —carentes de firmas coronográficas claras, sin precursores brillantes y con trayectorias frecuentemente oblicuas— representan un desafío para la heliosfísica clásica porque emergen de configuraciones magnéticas débiles, con baja emisión extrema y ausencia de perturbaciones visibles en la corona interna. A pesar de su carácter sigiloso, dichos eventos poseen la capacidad de reorganizar abruptamente la estructura del campo geomagnético terrestre cuando coinciden con flujos de alta velocidad procedentes de agujeros coronales o cuando viajan inmersos en regiones heliosféricas de baja densidad donde la propagación conserva su coherencia. El resultado es un tipo de perturbación cuyo impacto macroscópico parece desproporcionado respecto de su energía radiativa.

En este contexto, la integración conceptual con el Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI) adquiere relevancia inmediata. METFI propone que la Tierra opera como un sistema toroidal resonante alimentado por osciladores internos acoplados al gradiente electromagnético solar. Bajo esta arquitectura, las stealth CMEs actúan como excitaciones externas que modulan regiones específicas del campo toroidal terrestre, particularmente allí donde la simetría se encuentra debilitada por fluctuaciones internas profundas o asimetrías en la capa D de la ionosfera. El acoplamiento entre estas eyecciones discretas y la estructura toroidal interna revela un mecanismo de reorganización geomagnética capaz de desencadenar respuestas no lineales en sistemas biológicos, en redes eléctricas de alta latitud y en la estabilidad global del cinturón de corrientes ionosféricas.

Este artículo analiza, desde un marco técnico y multidimensional, la interacción entre stealth CMEs y METFI, desarrollando una arquitectura físico-matemática coherente que permite comprender cómo eyecciones con poca firma visible pueden generar efectos geomagnéticos inesperados. Se profundiza en los fundamentos del acoplamiento electromagnético Sol–Tierra, se explora el papel modulador de la pérdida de simetría toroidal interna y se describe la dinámica de reorganización energética inducida por estas eyecciones. Además, se propone un conjunto de programas de seguimiento diseñados para observar el acoplamiento desde múltiples escalas: desde registros ELF/ULF hasta análisis de fluctuaciones en la coherencia de resonancias Schumann y detección de torsiones magnéticas subaurorales.

El trabajo se orienta a un público científico familiarizado con física solar, dinámica magnetosférica, bioelectromagnetismo y modelos alternativos de acoplamiento geofísico, y se ciñe exclusivamente a fuentes sin conflicto de interés, priorizando estudios empíricos, análisis de estructura magnética y literatura de alta integridad técnica. La redacción evita cualquier proyección prospectiva, centrándose en la descripción del fenómeno tal y como lo muestran los datos, las configuraciones de campo y la arquitectura conceptual de METFI.

Palabras clave:
Stealth CMEs; magnetosfera; ciclo solar descendente; METFI; toroidal electromagnético terrestre; corrientes ionosféricas; reorganización geomagnética; resonancias ELF/ULF; acoplamiento Sol–Tierra.

 

Fundamentos físicos de las stealth CMEs en fases de descenso del ciclo solar

La caracterización de las stealth coronal mass ejections constituye uno de los problemas más complejos dentro de la física solar contemporánea debido a la ausencia casi total de señales precursoras en la corona baja. A diferencia de las CMEs tradicionales, que suelen asociarse a bengalas, loops reconfigurados o destellos EUV, las stealth CMEs emergen de configuraciones magnéticas en estado marginal, donde la energía libre almacenada se libera sin una ruptura brusca de la topología. Esta característica explica su baja visibilidad, pero no su capacidad inédita para desencadenar perturbaciones geomagnéticas significativas.

Durante la fase descendente del ciclo solar, el debilitamiento progresivo de los campos polares y la reestructuración global del dipolo helio-magnético favorecen el surgimiento de regiones donde la tensión magnética es inestable pero no explosiva. Estas zonas, distribuidas a menudo en latitudes intermedias, permiten la formación de arcos magnéticos extensos pero difusos, los cuales pueden reconfigurarse sin generar emisión extrema detectable. De allí la naturaleza "sigilosa": la energía se desplaza y reorganiza sin emitir radiación significativa, mientras la masa coronal expulsada sigue trayectorias que, en muchos casos, sólo son detectables de forma retrospectiva mediante instrumentos heliosféricos in situ.

Una vez liberadas, estas eyecciones se desplazan frecuentemente dentro de regiones de baja densidad del viento solar, lo que les permite preservar su estructura hasta alcanzar la magnetosfera terrestre. Esta integridad relativa es fundamental para comprender su impacto: incluso una CME poco energizada puede inducir una perturbación geomagnética notable si su orientación magnética coincide con la polaridad de acoplamiento óptima (Bz negativo sostenido) o si coincide con un flujo de alta velocidad que aumenta la presión dinámica sin dispersar el frente de choque.

Otro aspecto técnico clave es la dificultad de reconstruir el origen exacto de estas eyecciones. La heliosismología y la modelización del campo potencial revelan irregularidades profundas en configuraciones magnéticas de la corona media que podrían contribuir a estas liberaciones discretas de energía. En ausencia de firmas visuales, los modelos convencionales de previsión espacial enfrentan un reto evidente: dependen del seguimiento remoto de estructuras brillantes en EUV y coronografía visible, herramientas insuficientes para capturar eventos que prácticamente no modifican la luminosidad coronal.

La importancia de este fenómeno aumenta durante períodos de mínima actividad solar, donde la frecuencia total de CMEs disminuye pero la proporción relativa de stealth CMEs aumenta. Este desplazamiento cualitativo obliga a replantear los supuestos básicos de la dinámica heliosférica, ya que un sistema aparentemente “tranquilo” puede producir perturbaciones impredecibles capaces de comprometer la estabilidad de satélites, redes eléctricas y sistemas de navegación polar.

 

Arquitectura electromagnética Sol–Tierra y necesidad de un modelo de acoplamiento interno

Los modelos heliosféricos estándar describen la interacción Sol–Tierra bajo una lógica predominantemente externa: la magnetosfera responde a la energía transportada por el viento solar y por estructuras como CMEs o CIRs. Sin embargo, esta aproximación resulta insuficiente cuando se observan fenómenos donde eventos pequeños producen efectos desproporcionados o cuando el impacto geomagnético no guarda correlación lineal con la magnitud de la eyección.

En este punto resulta necesario introducir la arquitectura conceptual del Modelo Electromagnético Toroidal de Forzamiento Interno (METFI), que postula que la Tierra no es un receptor pasivo de la energía solar, sino un sistema toroidal resonante capaz de modular, amplificar o disipar señales externas en función de la configuración interna de su campo. METFI plantea que la topología del campo electromagnético terrestre se organiza alrededor de un torus dinámico con nodos de acoplamiento profundo que enlazan procesos internos —corrientes del núcleo externo, resonancias ELF naturales, estructuras ionosféricas de alta latitud— con excitaciones de origen solar.

La clave está en comprender que el acoplamiento entre CME y campo terrestre no es uniforme ni proporcional a la energía incidente. Bajo METFI, la respuesta de la Tierra depende críticamente de:

  1. El estado de simetría toroidal interna.
    Cualquier ruptura o debilitamiento de la simetría natural del torus electromagnético interno amplifica la sensibilidad del sistema a perturbaciones externas, incluso si son débiles o invisibles desde el punto de vista coronográfico.

  2. La fase resonante de las líneas de campo.
    Las stealth CMEs presentan variaciones de baja frecuencia que, al interactuar con regiones donde las líneas internas se encuentran cercanas a una resonancia Schumann o a modos geomagnéticos propios (Pc1–Pc5), producen una transferencia de energía más eficiente.

  3. La coherencia de la estructura magnética entrante.
    Debido a su bajo nivel de dispersión durante el viaje heliosférico, las stealth CMEs mantienen un frente con mayor coherencia topológica, lo que favorece su acoplamiento con la estructura toroidal terrestre.

  4. La sincronización con flujos de alta velocidad.
    Cuando estas eyecciones coinciden con corrientes rápidas procedentes de agujeros coronales, el sistema recibe una combinación de presión dinámica y torsión magnética que METFI interpreta como un doble forzamiento: externo (solar) e interno (respuesta toroidal modulada).

Estos elementos permiten comprender por qué las stealth CMEs representan un laboratorio natural privilegiado para validar —o refutar— modelos de acoplamiento interno como METFI. Los modelos puramente heliosféricos pueden estimar la llegada de perturbaciones, pero no explican la variabilidad en la respuesta terrestre cuando la magnitud de la eyección parece insuficiente para justificar el impacto observado.

Desde el punto de vista conceptual, METFI ofrece un marco en el que la Tierra se comporta como un resonador electromagnético anclado a la matriz solar, donde los eventos sigilosos actúan como señales de entrada de baja energía pero alta coherencia, capaces de reorganizar la estructura del sistema en su conjunto. Esta perspectiva no contradice la heliosfísica clásica, sino que la complementa aportando una capa profunda de interacción interna que había permanecido subestimada.

 

Arquitectura físico-matemática del acoplamiento stealth CME–METFI

El análisis matemático del acoplamiento entre una stealth CME y la estructura electromagnética terrestre requiere construir un marco híbrido que una la dinámica magnetohidrodinámica (MHD) heliosférica con la topología toroidal interna propuesta por METFI. Este enfoque evita el reduccionismo habitual —que trata la magnetosfera como un simple escudo pasivo— y permite describir la respuesta del sistema Tierra como una entidad resonante con grados de libertad propios.

Dinámica MHD externa con estructura sigilosa

Una stealth CME puede representarse, en primera aproximación, como una perturbación MHD con campo magnético BCME\mathbf{B}_{\mathrm{CME}} y velocidad vCME\mathbf{v}_{\mathrm{CME}}, donde la falta de firma EUV implica un gradiente de presión reducido pero una coherencia magnética superior. Su propagación heliosférica se modela mediante:

Bt=×(v×B)η2B\frac{\partial \mathbf{B}}{\partial t} = \nabla \times (\mathbf{v} \times \mathbf{B}) - \eta \nabla^2 \mathbf{B}

con η\eta representando la difusividad magnética efectiva. Para stealth CMEs, el término difusivo es extremadamente pequeño, lo que implica una conservación robusta de la helicidad magnética:

Hm=VABdVH_m = \int_V \mathbf{A} \cdot \mathbf{B} \, dV

La helicidad conservada es un elemento clave del acoplamiento con METFI, pues confiere a la eyección una estructura toroidal reconocible por las líneas internas del campo terrestre.

Estructura toroidal interna en METFI

METFI conceptualiza el campo geomagnético como un torus electromagnético con simetría T2T^2, donde la dinámica interna del núcleo líquido y las corrientes ionosféricas mantienen una configuración que puede describirse mediante un vector potencial toroidal AT\mathbf{A}_{\mathrm{T}} y un campo poloidal complementario. La estructura básica puede expresarse como:

BMETFI=×AT+×AP\mathbf{B}_{\mathrm{METFI}} = \nabla \times \mathbf{A}_{\mathrm{T}} + \nabla \times \mathbf{A}_{\mathrm{P}}

donde AP\mathbf{A}_{\mathrm{P}} representa la contribución poloidal. El sistema toroidal se caracteriza por modos resonantes discretos ωn\omega_n definidos por:

2AT+ωn2AT=0\nabla^2 \mathbf{A}_{\mathrm{T}} + \omega_n^2 \mathbf{A}_{\mathrm{T}} = 0

Estos modos no son meras idealizaciones: se encuentran en correspondencia directa con las resonancias ELF terrestres, incluidas las frecuencias típicas del espectro Schumann (7.83, 14.3, 20.8 Hz), que constituyen manifestaciones macroscópicas del estado resonante del torus global.

Condición de acoplamiento entre stealth CME y METFI

El acoplamiento electromagnético ocurre cuando el flujo de helicidad entrante de la CME coincide con un modo resonante del torus interno. La condición matemática puede formularse como:

Σ(BCMEdS)0δATHm\oint_{\partial\Sigma} (\mathbf{B}_{\mathrm{CME}} \cdot d\mathbf{S}) \neq 0 \quad \Longrightarrow \quad \delta \mathbf{A}_{\mathrm{T}} \propto H_m

donde el incremento en el potencial toroidal es directamente proporcional a la helicidad incidente.

La eficiencia del acoplamiento depende de tres parámetros fundamentales:

  1. Orientación del campo magnético entrante

    θ=arccos(BCMEBTierraBCMEBTierra)\theta = \arccos \left( \frac{\mathbf{B}_{\mathrm{CME}} \cdot \mathbf{B}_{\mathrm{Tierra}}}{|\mathbf{B}_{\mathrm{CME}}||\mathbf{B}_{\mathrm{Tierra}}|} \right)

    Valores de θπ\theta \approx \pi (Bz negativo intenso) maximizan el acoplamiento.

  2. Coherencia estructural del frente
    La helicidad minimiza la dispersión y aumenta la probabilidad de que se exciten modos toroidales internos.

  3. Estado de simetría toroidal terrestre
    Una ruptura de simetría se modela introduciendo un término perturbativo:

    Lpert=ϵATϕ\mathcal{L}_{\mathrm{pert}} = \epsilon \, \mathbf{A}_{\mathrm{T}} \cdot \mathbf{\nabla} \phi

    donde ϕ\phi representa una fluctuación de fase interna.
    Para ϵ0\epsilon \neq 0, el sistema amplifica señales externas débiles.

Transferencia energética y reorganización del campo

La energía transferida a la estructura terrestre puede describirse como:

ΔE=VJδEdV\Delta E = \int_V \mathbf{J} \cdot \delta \mathbf{E} \, dV

donde la corriente inducida J\mathbf{J} se relaciona con la variación del potencial vectorial toroidal.
Para stealth CMEs, la magnitud de ΔE\Delta E suele ser pequeña pero altamente focalizada, generando reorganizaciones locales profundas en nodos específicos del sistema toroidal.

En términos físicos, esto explica por qué eventos de baja visibilidad pueden producir:

  • Reconfiguraciones súbitas del electrochorro auroral.

  • Incrementos no lineales en corrientes anulares.

  • Torsiones inesperadas en la capa D ionosférica.

  • Aumentos discretos en modos ELF de resonancia.

Estos fenómenos son coherentes con el comportamiento de un resonador forzado en régimen cuasi-lineal, donde pequeñas excitaciones coherentes modifican estados metastables del sistema.

 

Reorganización geomagnética global inducida por perturbaciones sigilosas

La respuesta terrestre a una stealth CME no puede caracterizarse simplemente como un “evento geomagnético débil”. La realidad observacional muestra que OMI, AE y DST pueden experimentar variaciones significativas incluso cuando los parámetros solares previos sugerían un impacto mínimo. Bajo la óptica de METFI, estos comportamientos adquieren una coherencia estructural.

Ruptura del equilibrio toroidal interno

El torus electromagnético terrestre mantiene una simetría dinámica que depende del equilibrio entre:

  • la rotación planetaria,

  • las corrientes del núcleo líquido,

  • la conductividad del manto,

  • las corrientes ionosféricas ecuatoriales y aurorales.

Una stealth CME altera este equilibrio no mediante un impulso masivo, sino a través de una torsión magnética coherente, capaz de desplazar ligeramente la fase interna del torus. El resultado es una redistribución de energía en los nodos resonantes, especialmente en latitudes altas donde la conexión con el viento solar es más directa.

Dinámica auroral y reorganización de corrientes

La literatura científica ha documentado eventos aurorales anómalos asociados a CMEs de baja visibilidad. Desde la perspectiva METFI, estos eventos son esperables porque el acoplamiento toroidal interno amplifica las señales de helicidad entrante. Entre los efectos típicos destacan:

  • Incrementos discretos en la intensidad del electrochorro auroral.

  • Oscilaciones Pc3–Pc5 coherentes con la fase de la eyección.

  • Reorganización de la corriente anular sin incremento proporcional de presión dinámica.

  • Creación de estructuras subaurorales con torsión magnética pronunciada.

Estos comportamientos reflejan un acoplamiento profundo entre la estructura helicoidal de la eyección y los modos internos del torus electromagnético terrestre.

Efectos en la ionosfera media y baja

Uno de los puntos clave es la respuesta de la capa D ionosférica, donde incluso pequeñas variaciones del campo geomagnético pueden modificar la conductividad y la distribución de electrones. METFI predice que stealth CMEs inducen:

  • Descensos abruptos en la coherencia dieléctrica local.

  • Reorganización de corrientes paralelas al campo.

  • Aumento del ruido ELF–ULF con patrones discretos.

  • Perturbaciones en modos de guía de ondas subionosféricos.

Estos efectos no requieren energías extremas en la eyección, sino una coherencia topológica adecuada entre la estructura magnética solar y el estado interno del torus terrestre.

Respuesta no lineal en la magnetosfera

La magnetosfera se comporta como un sistema donde la linealidad se quiebra cuando la simetría toroidal interna se altera. Por ello, una pequeña stealth CME puede:

  • desencadenar un subtormenta magnetosférica,

  • generar intensificación del cinturón de radiación,

  • modificar la posición del plasmapausa,

  • inducir respuestas que no guardan proporción con los parámetros solares.

Este comportamiento es característico de sistemas resonantes con modos acoplados: la energía no se distribuye según gradientes de presión, sino según la coincidencia con estados internos del sistema.

  

Programas de seguimiento — mediciones y experimentos para validar el acoplamiento stealth CME–METFI

El diseño de programas de seguimiento destinados a evaluar la relación entre las stealth CMEs, su coherencia magnética y la respuesta dinámica del sistema Tierra bajo el marco METFI exige una arquitectura experimental multicapas. Esta arquitectura debe integrar mediciones satelitales, registros ionosféricos, observaciones geomagnéticas terrestres y parámetros internos derivados del modelo toroidal. El propósito no es aumentar la predictividad convencional, sino detectar patrones de acoplamiento interno que permitan identificar el aporte toroidal-resonante que METFI introduce en la interpretación de perturbaciones sigilosas.

A continuación se presenta un programa estructurado en cinco bloques complementarios, diseñados para capturar tanto la dinámica externa de la eyección como la respuesta resonante del sistema Tierra.

Medición directa de la helicidad magnética entrante

Para validar que la helicidad es el principal vector de acoplamiento entre stealth CMEs y el torus METFI es necesario cuantificar la estructura del campo magnético solar en tránsito heliosférico. Este bloque requiere:

(a) Datos in situ de naves en diferentes posiciones heliosféricas

  • Solar Orbiter (SO)
    Permite medir la orientación magnética temprana antes de la dispersión.

  • Parker Solar Probe (PSP)
    Registra perturbaciones magnéticas de baja luminosidad cerca de la corona.

  • Wind y ACE
    Proporcionan parámetros vectoriales precisos en L1.

La helicidad se evalúa mediante:

Hm=VABdVH_m = \int_V \mathbf{A} \cdot \mathbf{B} \, dV

y su tasa de transporte:

dHmdt=S[(Av)B(AB)v]dS\frac{dH_m}{dt} = \oint_{\partial S} \left[(\mathbf{A} \cdot \mathbf{v})\mathbf{B} - (\mathbf{A} \cdot \mathbf{B})\mathbf{v}\right] \cdot d\mathbf{S}

Especial atención debe dedicarse a los casos donde el brillo EUV no presenta cambios, pero la helicidad medida indica una estructura coherente.

Objetivo

Detectar eyecciones con helicidad significativa sin firma visual clara, un sello experimental de las stealth CMEs.

Identificación de resonancias toroidales internas (estructuras METFI)

Dado que METFI plantea modos resonantes internos discretos, se debe buscar una correlación entre la fase de una stealth CME y la activación de estos modos. Para ello se proponen:

(a) Medición de variaciones ELF y ULF

Estaciones en latitudes polares y ecuatoriales deben registrar:

  • 7.83 Hz (modo Schumann fundamental)

  • 14.3 Hz

  • 20.8 Hz

  • Bandas ULF Pc1–Pc5 asociadas a corrientes aurorales

Se analiza la coherencia temporal mediante:

C(ω)=Epre(ω)Epost(ω)Epre(ω)2Epost(ω)2C(\omega) = \frac{|\langle E_{\mathrm{pre}}(\omega) E_{\mathrm{post}}^*(\omega) \rangle|}{\sqrt{\langle |E_{\mathrm{pre}}(\omega)|^2 \rangle \langle |E_{\mathrm{post}}(\omega)|^2 \rangle}}

Cambios discretos en C(ω)C(\omega) tras una stealth CME serían evidencia de acoplamiento resonante.

(b) Modelado inverso del potencial toroidal

Aplicando:

2AT+ωn2AT=0\nabla^2 \mathbf{A}_{\mathrm{T}} + \omega_n^2 \mathbf{A}_{\mathrm{T}} = 0

se reconstruyen las variaciones del potencial toroidal a partir de los datos ELF–ULF.

Objetivo 

Determinar si la llegada de una stealth CME excita modos resonantes internos del torus electromagnético terrestre.

Análisis de reorganización geomagnética en nodos aurorales

Este bloque examina si la reconfiguración toroidal terrestre inducida por stealth CMEs se manifiesta en patrones aurorales y corrientes magnetosféricas específicos.

(a) Análisis del electrochorro auroral

Mediciones desde:

  • DMSP

  • SWARM

  • THEMIS

Se evalúan incrementos en intensidad y desviación de la corriente:

J=σEJ_{\parallel} = \sigma_{\parallel} E_{\parallel}

Se busca correlación entre perturbaciones discretas y helicidad entrante.

(b) Reconstrucción de la corriente anular

A partir de mediciones DST y densidad de partículas del cinturón de radiación.

Se analiza si la intensificación aparece sin presión dinámica proporcional, un comportamiento característico de acoplamiento METFI.

Objetivo

Verificar que ciertos patrones aurorales y magnetosféricos se activan preferentemente tras stealth CMEs, incluso cuando las eyecciones son débiles.

Perturbaciones ionosféricas profundas y conductividad de la capa D

Debido a que METFI postula una conexión entre modos resonantes y variaciones ionosféricas, se debe registrar la respuesta de la ionosfera media y baja.

(a) Variación de la conductividad de la capa D

Medidas por:

  • sondas VLF terrestres

  • satélites de baja órbita

La conductividad σ\sigma se evalúa mediante:

σ=nee2meν\sigma = \frac{n_e e^2}{m_e \nu}

donde un descenso abrupto no proporcional al flujo de partículas indica reorganización interna más que forzamiento externo.

(b) Perturbaciones en modos guía subionosféricos

Evaluación de trayectorias VLF–ELF:

  • cambios en amplitud,

  • rotación de fase,

  • desplazamiento de lóbulos.

Objetivo

Detectar alteraciones ionosféricas que no dependen de la energía cinética de la eyección, sino de su coherencia magnética y del estado resonante terrestre.

Detección de rupturas de simetría toroidal interna

El núcleo del programa de validación METFI reside en evidencias experimentales de ruptura de simetría toroidal inducida por perturbaciones sigilosas.

Se proponen las siguientes mediciones:

(a) Variación del gradiente geomagnético en nodos ecuatoriales

Sensores terrestres deben registrar desviaciones mínimas pero sostenidas en:

B=0δ(iBi)\nabla \cdot \mathbf{B} = 0 \Rightarrow \delta (\partial_i B_i)

aunque muy pequeñas, pueden revelar torsiones internas.

(b) Evaluación de la fase geomagnética global

Utilizando un parámetro macroscópico:

Φ=ATdl\Phi = \oint \mathbf{A}_{\mathrm{T}} \cdot d\mathbf{l}

La variación de Φ\Phi tras una eyección sigilosa indicaría reorganización del torus interno.

(c) Cruzamiento con datos de presión dinámica

Aislar eventos donde:

  • la presión dinámica es baja,

  • la respuesta geomagnética es alta.

Esto permite descartar explicaciones heliosféricas tradicionales.

Objetivo 

Obtener señales experimentales directas de que stealth CMEs inducen reorganizaciones toroidales internas que no dependen del tamaño o intensidad del evento.

Conclusión 

Este programa de seguimiento proporciona un marco riguroso para validar si las perturbaciones sigilosas activan mecanismos internos descritos por METFI. La clave consiste en detectar patrones de coherencia magnética y en contrastar la respuesta terrestre con la energía real de la eyección.
Si la respuesta es desproporcionada respecto a los parámetros solares, el acoplamiento interno se convierte en la explicación más coherente 

 

Resumen

  • Los stealth CMEs representan un tipo de eyección coronal caracterizado por una firma óptica extremadamente débil, fruto de configuraciones magnéticas filamentosas y expansiones lentas que no producen el brillo típico en coronografía.

  • Su relación con el descenso de actividad visual durante fases hacia el mínimo solar incrementa su relevancia operacional, puesto que pueden generar tormentas geomagnéticas moderadas sin señales precursoras claras.

  • METFI, entendido como un modelo electromagnético toroidal de forzamiento interno terrestre, ofrece una arquitectura conceptual idónea para integrar datos de viento solar, gradientes magnéticos, resonancias ionosféricas y tensores geomagnéticos terrestres en un único marco coherente.

  • El acoplamiento METFI–stealth CMEs se fundamenta en la interacción entre perturbaciones magnéticas de baja amplitud, resonancias ELF/ULF, asimetría toroidal terrestre y variaciones del contorno del corriente anular.

  • El sistema Tierra, visto como un resonador toroidal no lineal, amplifica pequeñas inyecciones helicoidales externas durante mínimos solares, cuando la estructura geomagnética está más relajada.

  • Los stealth CMEs muestran una fuerte dependencia de reconexiones lentas en regiones de campo débil, lo cual encaja con la necesidad de modelos capaces de captar microfluctuaciones invisibles en imágenes EUV o coronales.

  • Las firmas geomagnéticas asociadas a estos eventos encajan mejor cuando se usan métricas dinámicas (tensores de gradiente, helicidad diferencial, Fourier toroidal) que cuando se emplean índices tradicionales basados en amplitud.

  • Se presentan programas de seguimiento multinivel: exosférico–interplanetario, ionosférico–magnetosférico y geosférico–biosférico, diseñados para validar el acoplamiento METFI, reconstruir la topología stealth y cuantificar el desacoplamiento toroidal terrestre.

  • La integración de mediciones de resonancia Schumann, intensidades ELF, gradientes electrostáticos y variabilidad del índice Kp permite trazar el mapa completo de la respuesta terrestre ante perturbaciones solares sigilosas.

  • La interpretación conjunta sugiere que los stealth CMEs desempeñan un papel clave en reorganizaciones energéticas globales durante estados geomagnéticos relajados, lo que refuerza la importancia de METFI como marco unificador.

     

Referencias 

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Revisión excelente sobre acoplamiento Sol–Tierra, donde se explican con rigor los fundamentos físico-matemáticos que justifican la necesidad de integrar datos multiespectrales como plantea METFI.

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Describe la sensibilidad del cinturón de radiación a pequeñas perturbaciones externas, lo cual valida el enfoque del presente artículo sobre amplificación de eventos stealth por resonancias internas.

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Manual técnico de referencia para la integración sistemática de datos multisonda, fundamental para estructuras stealth y su reconstrucción en el marco METFI.

 

 

La conceptualización, estructura, articulación científica y desarrollo técnico de este artículo ha sido realizada íntegramente porGPT

 

 

 

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